La mañana del día 13 de junio comenzaba con el repique de campanas de la Torre de la Catedral, acompañada de cohetes anunciando la Festividad de San Fandila.
Al ser este año el día 12 domingo de Pentecostés, la celebración de la Santa Misa en Honor del santo accitano, tuvo que desplazarse para el lunes día 13. Recordemos que el día en el que recibió martirio San Fandila fue el 13 de junio del año 853, pero al celebrar la Iglesia Católica este mismo día a San Antonio de Padua, que es un santo posterior pero con devoción más universal, para tener un día propio de fiesta en la Diócesis de Guadix, hace unos años el propio Vaticano aprobó que se conmemorara a San Fandila el día 12 de junio, con misa propia de Santo Mártir.
Así fue y revestido con el color litúrgico rojo, el Rvdo. Sr. D. Juan Diego Vallecillos, Canónico de la Catedral, oficiaba la Santa Misa en Honor a San Fandila, aunque se tuvo presente al principio de la celebración también a San Antonio de Padua. Durante la Eucaristía el órgano de la Catedral fue tocado por el Rvdo. Sr. D. Pascual Cabrera, que acompañó los cantos y rezos de los demás Canónicos, los Rvdos. D. Leovigildo Gómez, D. Francisco Loren y nuestro Consiliario y Presidente del Cabildo Catedralicio D. Juan Sáez. Fueron bastantes los fieles y devotos que se hicieron presentes en la Festividad de San Fandila. Teniendo en cuenta la hora de la Santa Misa, las diez de la mañana.
Tras la celebración de la Santa Misa y antes de entrar en la Sacristía del templo catedralicio, los sacerdotes se acercaron hasta la Capilla-Altar de San Fandila para mostrarle su respecto y se inclinaron ante su Imagen. A continuación algunos fieles fueron a hacer lo mismo y rezar ante él, además de hacerle una ofrenda de luz en los lampadarios que nuestra hermandad puso en la Capilla. San Fandila fue exornado con rosas en color rojo y seis candeleros con cera del mismo color rojo, significando el martirio recibido en Córdoba, al morir degollado y quemado su cuerpo por su Fe en Dios. La misma Fe que trajo San Torcuato a esta Tierra y que con el paso de los siglos fue inculcada al propio Fandila, que corrió la misma suerte que nuestro Patrón San Torcuato, fue por tanto unas de las semillas que germinaron tras la plantación que hicieron los Varones Apostólicos al principio del Cristianismo.
Al ser este año el día 12 domingo de Pentecostés, la celebración de la Santa Misa en Honor del santo accitano, tuvo que desplazarse para el lunes día 13. Recordemos que el día en el que recibió martirio San Fandila fue el 13 de junio del año 853, pero al celebrar la Iglesia Católica este mismo día a San Antonio de Padua, que es un santo posterior pero con devoción más universal, para tener un día propio de fiesta en la Diócesis de Guadix, hace unos años el propio Vaticano aprobó que se conmemorara a San Fandila el día 12 de junio, con misa propia de Santo Mártir.
Así fue y revestido con el color litúrgico rojo, el Rvdo. Sr. D. Juan Diego Vallecillos, Canónico de la Catedral, oficiaba la Santa Misa en Honor a San Fandila, aunque se tuvo presente al principio de la celebración también a San Antonio de Padua. Durante la Eucaristía el órgano de la Catedral fue tocado por el Rvdo. Sr. D. Pascual Cabrera, que acompañó los cantos y rezos de los demás Canónicos, los Rvdos. D. Leovigildo Gómez, D. Francisco Loren y nuestro Consiliario y Presidente del Cabildo Catedralicio D. Juan Sáez. Fueron bastantes los fieles y devotos que se hicieron presentes en la Festividad de San Fandila. Teniendo en cuenta la hora de la Santa Misa, las diez de la mañana.
Tras la celebración de la Santa Misa y antes de entrar en la Sacristía del templo catedralicio, los sacerdotes se acercaron hasta la Capilla-Altar de San Fandila para mostrarle su respecto y se inclinaron ante su Imagen. A continuación algunos fieles fueron a hacer lo mismo y rezar ante él, además de hacerle una ofrenda de luz en los lampadarios que nuestra hermandad puso en la Capilla. San Fandila fue exornado con rosas en color rojo y seis candeleros con cera del mismo color rojo, significando el martirio recibido en Córdoba, al morir degollado y quemado su cuerpo por su Fe en Dios. La misma Fe que trajo San Torcuato a esta Tierra y que con el paso de los siglos fue inculcada al propio Fandila, que corrió la misma suerte que nuestro Patrón San Torcuato, fue por tanto unas de las semillas que germinaron tras la plantación que hicieron los Varones Apostólicos al principio del Cristianismo.
